¿Cómo hacer dinero como artista?

article picture

Vivir de tu pasión puede ser una de las decisiones más difíciles de la vida. Y una de las principales razones es el dinero. 

Visto desde un punto de vista capitalista, vivir del arte requiere una gran inversión en formación y un trabajo no remunerado que a veces se ve generosamente recompensado económicamente, pero que la mayoría de las veces es bastante irregular.

Tanto si te dedicas a una disciplina artística como si no, hay mucho que puedes aprender de alguien que ha pasado con éxito de músico aficionado a profesional. Mario, un músico residente en Berlín de 36 años, nos ha contado cómo administra su dinero para que vivir de la música le resulte viable económicamente.

Prepárate para dar el salto

Mario quería ser músico desde los 13 años. Al crecer en la República Dominicana y en Nueva York, la competencia era muy dura. Daba conciertos esporádicos y le pagaban muy poco. Hasta hace dos años no sintió que estaba triunfando a nivel profesional: "Empecé a cobrar más por tocar, y por primera vez pensé que podía vivir de ello".

Antes trabajaba por cuenta ajena y el dinero que le llegaba de la música era un extra que invertía en equipos: "Era muy importante para mí porque lo veía como una  forma de conseguir independencia a nivel musical. Así puedo grabar mis propias canciones y mezclarlas si es necesario. Tengo todo tipo de instrumentos que me hacen falta para poder realizar diferentes roles en el proceso de creación", dijo.

También ahorró algo de dinero. "Tenía un sistema que consistía en apartar 100 euros de cada sueldo. Al final, no eran más de 2.000 euros, más bien un 'por si acaso' porque sabía que, al final, iba a dar el salto". 

Valora cuáles son tus fuentes de ingresos

La principal fuente de ingresos de Mario como músico son las presentaciones en directo. 

En cuanto a hacer dinero con las grabaciones, nos dijo: “tienes que tener una gran cantidad de canciones registradas en GEMA, la entidad que recoge y gestiona los derechos de autor en Alemania. Si no tienes una colección bien amplia, no es significativo”.

Entonces, durante el año que llevan cerradas o restringidas las salas de conciertos, ¿de qué han vivido los músicos? Tristemente, sabemos que muchos se encuentran en una situación muy precaria: “Cuando yo dejé mi trabajo anterior para dedicarme a tocar, no me esperaba que fuera a pasar algo como el Covid. Y, si hay algo a lo que el Covid ha golpeado durísimo, es a los conciertos”. 

Diversifica para superar las crisis

Mario se mantuvo en activo durante estos meses gracias a estar involucrado en distintos proyectos: “He tenido suerte porque tuve en cuenta algo que creo que es fundamental como freelance, que es buscar diferentes opciones. Hay que pensar en todas las cosas que puedes hacer y que te van a permitir que si se cierra una puerta, puedas abrir otra”. 

En su caso, toca varios instrumentos. “Últimamente, mi banda no tenía muchos conciertos, solo dos o tres, porque somos pequeños, pero también toco en bandas más grandes. Me he dado cuenta de que para estas bandas más grandes, especialmente las que son más pop –también toco bajo y guitarra para una artista pop–, la actividad no se ha parado de la misma manera que para otros géneros. Consiguieron adaptarse mejor a hacer conciertos grabados o televisados, y ese tipo de cosas se suelen pagar bien”. 

También entra algo de dinero por las reproducciones en Spotify y los royalties en GEMA, pero, como ya hemos dicho, no es mucho, así que no ha notado gran diferencia. Mario, como muchos otros músicos, piensa que los sistemas de pago de Spotify y otros servicios de streaming no funcionan. Beneficia principalmente a grandes artistas mainstream, porque Spotify tiene acuerdos comerciales con sus discográficas por tenerlos en catálogo, lo que hace que puedan negociar mejores beneficios. 

Prepárate para futuras oportunidades

La pandemia ha hecho que muchas personas se replanteen su situación y busquen nuevas oportunidades. "Tengo la suerte de que al principio de la pandemia seguía cobrando el paro, pero me di cuenta de que al final el gobierno, por desgracia, no te cubre las espaldas. No ha sido mucha la ayuda frente al Corona. Así que mi plan ahora es añadir otro elemento a mi trabajo como músico independiente, que sería, por ejemplo, trabajar como técnico de sonido. Está en el mismo ámbito, pero se sale un poco de la parte artística y de una manera es más práctico".

Organiza tus gastos

Según Mario, los equipos son sin duda el mayor gasto para un músico. La parte positiva de esto es que es deducible en la declaración de la renta.

“Organizo mi dinero teniendo muy en cuenta que tengo que pagar mis impuestos como autónomo”. Esto es sumamente importante, porque, como ya sabrás, cuando eres freelance tienes que encargarte de guardar el dinero para pagar tus impuestos tú mismo, no lo hace quien te contrata. “Si no los he pagado todavía, lo aparto en mi cuenta. Y si necesito comprar algo con ese dinero, luego lo muevo de nuevo para mantener el saldo”.  

La promoción también tiene un coste importante, pero afortunadamente se pueden pedir ayudas: “A veces instituciones como Initiative Musik o Musicboard Berlin te pueden dar dinero para promoción. El año pasado, por ejemplo, ayudaron económicamente a mucha gente”.

Un truco para hacer un seguimiento de tus gastos es utilizar hojas de Excel. “En una tengo mi presupuesto mensual y sé exactamente lo que tengo que gastar. Todo lo que gano por encima de eso son extras, que pongo en otra hoja de Excel donde tengo detalladas las cosas que necesito para el estudio. Cuando voy teniendo más dinero, lo añado y las compro directamente”.

Invierte en ti, pero evalúa los riesgos

Como decíamos, las inversiones de Mario son principalmente en instrumentos. “Muchos de ellos son extremadamente caros, pero sé que en 5 o 6 años no se van a devaluar. Y si tuviera que venderlos, por ejemplo en una emergencia, podría pedir el mismo precio o más. Por suerte, nunca he tenido que vender nada”. 

En su caso, nunca se ha endeudado para sacar adelante un proyecto. Una vez, llegó a pedir un préstamo para comprar una furgoneta que le permitiera ir de gira, pero le pareció demasiado complicado y acabó devolviendo el dinero. “Tiendo a ser muy cuidadoso e intento no ponerme en una situación en la que lo vaya a necesitar pedirlo. El principal problema de ser freelance es que no sabes cuándo va a entrar el dinero. Por eso yo nunca me extralimito”. 

Cuenta que tan solo en una ocasión compró equipo de segunda mano por valor de 2.000 euros y se comprometió pagarlo después. “Todos tenemos diferentes límites, yo simple y llanamente no me excedo de ciertas cantidades, no me meto en un lío por más de 3.000 euros. Quizás en dos o tres años me encuentre en una situación más cómoda”.

Una última recomendación: Machines de Strand Child, la banda de Mario.